quizás sea de las manos de un padre que carga sobre sus espaldas una vida de duro trabajo, de sacrificio incansable, de sueños truncados; de un padre que ha querido lo mejor del mundo para sus hijos, sin importarle lo que eso le haya podido costar, sin duda será la mejor caricia que recibamos jamás...
Compañero, me alegro de ver estas manos tendidas a la nada, exhibidas sin pudor y a mayor gloria de los duros tiempos, esas manos prestas a la lucha y nunca derrotadas, continentes de dignidad y esperanza y que esperan albergar el futuro. Pues me alegro de encontrar abiertas las puertas de esta tu casa, en la que entro sin pedir permiso, con la complicidad de un amigo, para disfrutar de la alquimia de tu evidente arte literario. Un abrazo, te sigo.
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quizás sea de las manos de un padre que carga sobre sus espaldas una vida de duro trabajo, de sacrificio incansable, de sueños truncados; de un padre que ha querido lo mejor del mundo para sus hijos, sin importarle lo que eso le haya podido costar, sin duda será la mejor caricia que recibamos jamás...
Compañero, me alegro de ver estas manos tendidas a la nada, exhibidas sin pudor y a mayor gloria de los duros tiempos, esas manos prestas a la lucha y nunca derrotadas, continentes de dignidad y esperanza y que esperan albergar el futuro.
Pues me alegro de encontrar abiertas las puertas de esta tu casa, en la que entro sin pedir permiso, con la complicidad de un amigo, para disfrutar de la alquimia de tu evidente arte literario.
Un abrazo, te sigo.
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